lunes, 22 de febrero de 2021

"SER MÁS TENER MENOS" || Párate a pensar || Mariola Castellano Iglesias

¿Cuándo nos hemos vuelto tan egoístas y egocéntricos?¿Cuándo hemos empezado a dejar que las diferencias nos separen en vez de hacernos más fuertes?


Los seres humanos nos consideramos una raza superior al resto de los animales, pero, ¿Si somos superiores, por qué algunos de nosotros tienen el mundo a sus pies y otros ni siquiera pueden comer?¿De verdad permitimos que nuestros iguales vivan peor que algunos animales? Como humanidad, dice mucho de nosotros, y no para bien. Pues hay personas que no pueden vivir una vida digna. 


Hay una frase que dice así: “Éramos humanos hasta que: la raza nos desconectó, la religión nos separó, la política nos dividió y el dinero nos clasificó”. Estas palabras nos ayudan a entender un poco más el mundo que hemos construido, un mundo en el que estamos divididos por lo que creemos y tenemos. No somos capaces de entender las cosas en las que unos creen, pero, sí entendemos que, si naces sin dinero, es muy poco probable que llegues a ser algo en la vida. Porque desde tu infancia todo hay que pagarlo, empezando por la educación. Si no tienes una buena educación no tendrás muchas puertas en el futuro a menos que seas muy inteligente y estudies toda tu vida con becas hasta que tengas un buen trabajo. Si llegas a eso, pueden pasarte dos cosas: que estés agradecido con las personas que te han ayudado a llegar hasta ahí y recuerdes cómo empezó todo. La otra opción es que el dinero te ciegue y olvides que un día no tuviste nada.


“El dinero no da la felicidad”, dicen por ahí, y tienen bastante razón. Pero tristemente, ayuda mucho a ser feliz. Tus padres siempre te tratarán de ocultar si tienen dinero o no. Siempre tendrás un regalo por tu cumpleaños, más grande o más pequeño. Pero llega un momento en el que tú ya entiendes si tenéis dinero. En el momento que te das cuenta de que no hay mucho, empiezas a preocuparte y entras en un bucle de preocupación constante. Cada vez que quieres comprar algo, piensas si de verdad lo necesitas o no. O cuando en Navidad recibes muchos regalos y ves que tus padres no tienen casi nada para ellos, empiezas a entender las noches que veías a tu madre sentada con papel y lápiz murmurando números. Empiezas a entender la cantidad de sacrificios que tus padres han hecho y seguirán haciendo para que no te falte nunca nada, para que tengas una buena educación y consigas un buen trabajo con el cual no tengas que preocuparte del dinero en el futuro.


Hay una cosa que tampoco es muy bonita por nuestra parte (ahora que nos hemos puesto a sacar todos los trapos sucios de la humanidad) y que también tiene mucho que ver con el dinero. Día tras día ocurren cosas terribles en nuestro mundo, asesinatos, guerras, muertes accidentales de gente maravillosa… Pero nunca ocupan el titular de los periódicos. La portada siempre está ocupada por las acciones del día a día de gente rica y famosa o de las palabras vacías de nuestros políticos. Nunca verás en el titular (en la situación actual): “Ayer murieron 243 sanitarios en la lucha contra la pandemia” Lo único que verás será esto: “El Gobierno central anuncia más medidas para frenar el avance del Covid-19”. Como mucho habrá una nota a pie de página dando las gracias a los sanitarios. Unas gracias vacías y sin sentimiento detrás.


Todas las personas de nuestro mundo merecen tener el mismo reconocimiento, las mismas oportunidades, la misma vida, porque, si nosotros no cuidamos de nuestros iguales, ¿quién lo hará?. Si no nos atrevemos a alzar la voz contra las injusticias y desigualdades sociales por miedo al qué dirán, ¿alguien lo hará?.


Después de haber llegado hasta aquí, sigue con tu vida, dirás: “esto a mí no me afecta” y continuarás tu vida perfecta, con todas tus “necesidades”(llamémoslo así) cubiertas ante cualquier imprevisto. Otra opción es tomar conciencia de que no todos gozamos de lo mismo, ni siquiera en derechos y solo con hacer pequeños gestos cada día puedes construir un mundo mejor, un mundo más justo para todos. ¿Qué decides?


Mariola Castellano Iglesias


No hay comentarios: