jueves, 4 de febrero de 2021

"EL VERDADERO PRECIO DEL COLTÁN" || El Coltán || Sergio Martín Alfaraz

 El verdadero precio del coltán

El coltán es un mineral presente en muchos países del hemisferio sur que está compuesto a su vez por dos minerales distintos, la columbita (COL) y la tantalita (TAN). La combinación de estos dos minerales dio origen a su nombre. 
La columbita y la tantalita se encuentran en proporciones no definidas dentro del coltán, siendo mucho más preciados los minerales de coltán que tienen un alto porcentaje de tantalita, pues es esta la que posee todas las aplicaciones tecnológicas del mineral. 
La tantalita se suele encontrar constituyendo entre un 20% y un 40% del total del mineral, mientras que su compuesto más demandado dentro de esta, el tantalio, se encuentra presente entre un 10% y un 60% del total de la tantalita, por lo que la presencia de este material es bastante reducida en la mayoría de los casos. 
El tantalio es un mineral muy demandado en la actualidad en los países desarrollados por su utilización en la industria tecnológica, se trata de un material tan fino que permite ir desarrollando dispositivos electrónicos cada vez más innovadores, finos y potentes gracias a la combinación de múltiples capas de tántalo, consiguiendo una gran carga eléctrica en el condensador, encargado de conducir toda la energía eléctrica de cualquier dispositivo electrónico. Además, al tratarse de un material con una gran resistencia al calor, también es muy beneficioso para mantener las baterías de los teléfonos siempre a una temperatura estable. El tántalo también hace, en el caso de los teléfonos móviles, que la lente de la cámara sea también mucho más fina. 
 
 
 
La República Democrática de Congo posee el 80% de las reservas mundiales de este nuevo ‘oro negro’. Según algunas noticias cada kilo de coltán cuesta la vida a dos personas del Congo. Este mineral tan codiciado por nosotros financia un baño de sangre en el corazón de África. 
El salario medio de un trabajador en la República Democrática del Congo apenas alcanza los 50 dólares al mes. Sin embargo, los trabajadores de las minas de coltán pueden llegar a ganar cuatro veces esa cantidad, sin embargo, se ha demostrado que en algunas explotaciones se trabaja en condiciones de semiesclavitud, con jornadas laborales de más de 14 horas a cambio de un euro, con soldados rebeldes, armados con varas de madera, para golpear el lomo de los mineros para que trabajen más deprisa. Mujeres, algunas de ellas embarazadas, buscando el mineral para poder cambiarlo por algo de comida. O niños, muchos de ellos ni llegan a los 12 años, obligados a trabajar dentro de los túneles, ya que su tamaño es el idóneo para poder extraer el mineral que está en el interior, un niño apenas recibe un salario de 25 céntimos de euro al día por extraer coltán. 
La cotización del kilo de tantalio ronda los 120 dólares en el mercado internacional, aunque su valor ha variado significativamente a lo largo de los últimos años, lo que sí sabemos es que, si la extracción se realiza en una mina en la que no existen controles su coste es mucho más barato, consiguiendo un beneficio extra a costa de los trabajadores. 
El coltán que se extrae de la República Democrática del Congo no debería llegar a nuestros dispositivos electrónicos. En algunos lugares el coltán está tan presente que se puede comprar incluso en las tiendas de ultramarinos. Pero este mineral continúa siendo ilegal. La fórmula utilizada por los grupos armados que operan en el Congo para blanquear el tantalio congoleño, es pasarlo a Ruanda. 
Ruanda es el principal productor de coltán del mundo, pero casualmente no tiene reservas de este mineral. Esto es posible debido a que este país africano es el mayor lavadero de coltán del mundo. 
 
 
 
En conclusión, gracias a nuestra compra excesiva y a nuestras ganas de tener dispositivos nuevos y mejores para complacer nuestra sed de consumo, mueren miles de personas al año extrayendo este valioso mineral sin el que no podríamos vivir. Para remediar esto creo que la ONU o alguna institución parecida debería mandar controles para verificar qué minas obtienen coltán de forma legal, y cuáles lo hacen mediante la explotación de los seres humanos. 
En cuanto a nuestros aparatos tecnológicos, creo que deberíamos intentar mantenerlos durante el máximo tiempo sin cambiarlos, al menos hasta que sea muy necesario; también creo que se debería exigir a las grandes multinacionales que hagan móviles más duraderos y no tengan una obsolescencia programada, ya que pueden hacerlo perfectamente pero no quieren para así ganar más dinero. Por último, creo que deberíamos comprar solo los dispositivos que vayamos a utilizar, por ejemplo, en vez de comprar una tablet y un ordenador, comprar solo uno de los dos ya que ambos sirven prácticamente para lo mismo. 
Deberíamos luchar contra los países que están bajo el yugo de políticos corruptos y de grupos armados, que hacen que constantemente se encuentren en guerras, haciendo luchar en ellas incluso a niños, traficando con algunos de sus recursos más valiosos, y condenando a su población a vivir en la miseria más absoluto pese a encontrarse en países con grandes riquezas naturales, que les deberían haber servido para desarrollarse y tener una vida mejor. 
Sergio Martín Alfaraz


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