El agua es un recurso imprescindible para el
desarrollo de la vida, aun así, la contaminamos día tras día con nuestros
hábitos.
Algunos productos domésticos como la sal
descalcificadora o los detergentes son muy contaminantes para el agua por su
alto porcentaje de sodio en su composición o por no ser biodegradables, lo que
hace desaparecer grandes ecosistemas acuáticos que a su vez provocan
alteraciones en nuestra propia alimentación.
Uno de los grandes problemas de la
contaminación del agua es que este agua contaminada se evapore produciendo
lluvia ácida, pérdida de la biodiversidad, incrementa el cambio climático y
aumenta la pobreza.
La conclusión que podemos sacar sobre esto es
que hay que prevenir la contaminación del agua por el uso de químicos
domésticos ya que debido a esto podríamos evitar enfermedades, desaparición de
ecosistemas, escasez de agua, pobreza…
Tenemos formas de prevenir todas estas
situaciones: ¡Hagámoslo posible!
Si no cuidamos el planeta nos condenamos a nosotros mismos.
Desde aquí, os hacemos algunas propuestas para
reducir la contaminación y el derroche de agua:
-
Un uso responsable del agua
-
Evitar los productos que tienen
muchos envoltorios
-
Usar productos naturales
-
Tener un mejor tratamiento de
residuos
-
Consumir menos plásticos
-
Reducción de aceites
-
Disminuir la deforestación
-
No utilizar productos con
elementos químicos
-
No tirar materiales físicos al
mar, los ríos, lagos…
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