Las cosas claras
Hoy en día uno de los problemas más frecuentes en nuestros
ecosistemas es la contaminación del agua. Este, es un problema que podríamos
solucionar fácilmente los seres humanos ya que esta contaminación proviene, en
gran parte, de nuestros actos en la vida
cotidiana. Como siempre suele pasar las personas no nos damos cuenta de todo lo
que puede conllevar tirar residuos en la calle y a dónde pueden llegar. Una vez
arrojados estos residuos llegan a los mares y provocan una serie de problemas
como la contaminación química del agua o crear una serie de dificultades a los
animales del mar. No solo con los residuos causamos todo esto sino que debemos darnos de que todos
los vertidos que producimos afectan al mar de un montón de maneras. Algunos
productos son jabones y detergentes, lejía, limpiadores o aceites usados. Los
productos de limpieza que contienen
fósforo, nitrógeno o amoníaco son
vertidos por el desagüe y estos contaminantes no se eliminan durante el
tratamiento. Así, al ser arrojados pueden llegar a ríos o acuíferos y
contaminar ese agua. Los aceites que usamos para cocinar absorben la radiación
solar, obstruye tuberías o hasta impiden el paso del oxígeno perjudicando así
todos los animales o la vegetación acuática. Tampoco debemos olvidarnos de los
residuos sólidos orgánicos o inorgánicos, que absorben la radiación solar y
dificultan la fotosíntesis que es esencial para la vegetación. En base a todo
lo expuesto en esta reflexión es momento de que tú, que la estás leyendo,
actúes y te sumes al cuidado de nuestro planeta.
Rebeca Martín de la
Iglesia
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