La huella
hídrica nos indica la cantidad de agua dulce que se utiliza para producir los
bienes o servicios de los que normalmente hacemos uso. Por ejemplo, la cantidad
de agua que se necesita para elaborar unos vaqueros, es decir su “precio
medioambiental”
Nos sirve
para “abrir los ojos” ante la cantidad desmesurada de agua dulce que se usa en
los procesos de elaboración de la mayoría de objetos que usamos o consumimos de
manera cotidiana, y nos ayuda a reflexionar sobre el impacto medioambiental de
la sociedad, y en que debemos establecer objetivos y metas para reducirlo.
Por tanto, la importancia de conocer este concepto radica en que es necesario conocer que dejamos marcada nuestra huella hídrica en la salud del planeta para poder tomar medidas con el motivo de reducirla.
Algunos
ejemplos de productos que usamos o consumimos diariamente sin conocer su huella
hídrica son:
- 1500 L, para un ordenador
- 150 L, para un lápiz
- 10 L, para una hoja de papel
- 2800 L, para una blusa
- 140 L, para una taza de café
- 70 L, para una manzana
Personalmente,
la huella de todos los productos que he nombrado me parece increíblemente
grande, pero lo que me llama la atención es que cualquier producto de cualquier
campo ( electrónica, alimentación, trabajo u institución académica …) requiere
cantidades de agua ingentes, que normalmente ni somos conscientes de que han
sido usadas.
En conclusión,
es muy importante reducir nuestra huella hídrica. ¿Pero cómo?
- Vigilando nuestro consumo en el hogar, acortando
la duración de las duchas, preferir estas en vez de baños, cortando el
grifo cuando el agua corre sin ser usada…
- Comprando alimentos orgánicos y producidos
localmente, pues con esto reducimos el agua que se desperdicia en el
transporte de estos
- Revisando el etiquetado de la ropa, y comprando
aquellas prendas que están fabricadas a partir de materiales reciclados.
Además, algunas marcas también ofrecen ropa fabricada con aguas residuales
tratadas, en vez de agua potable.
¿Y qué países tienen más huella hídrica? ¿Y por qué?
El país
con más huella hídrica del mundo es China, seguido de la India. Esto, entre
otros factores, es debido al elevado número de habitantes de estas áreas. Lo
que llama la atención de estos datos es que en general la huella hídrica de los
países subdesarrollados o en desarrollo supera a la de los países ricos,
lo que se debe a que en estos países la huella hídrica de la mayoría de
productos supera a la media de la huella hídrica de estos en el resto de
países.
Aunque no
la veamos, la huella hídrica existe, detrás de todos los productos que forman
parte de tu lista de la compra, o de todos esos bienes ( textiles,
tecnológicos, de uso académico o profesional…) que son un elemento crucial e
indispensable en nuestra vida cotidiana, que sería imposible sin estos.
Sin
embargo, que sea invisible a simple vista no significa que no se pueda o
deba hacer nada para reducirla. Para comenzar, debemos ser conscientes de cuál
es nuestra huella hídrica. Esto lo podemos hacer mediante páginas web que
podemos encontrar fácilmente en Internet, y que nos ayudarán a tener una idea
aproximada de nuestro impacto en el medioambiente. Además, la mayoría de estos
test también especifican nuestra huella hídrica en diferentes campos como
alimentación o transporte, y no solo en general. Esto es de gran utilidad
porque nos ayuda a determinar en qué aspectos es de más volumen de la media, y
por tanto en qué situaciones o bienes debemos prestar más atención. Una vez
hecho esto, debemos llevar a cabo diferentes acciones y cambios en
nuestra vida cotidiana para reducir nuestro impacto en el planeta. En el
campo de la alimentación, podemos procurar consumir productos orgánicos, cuyo
cultivo es más responsable y tolerante con el medioambiente, además de
productos de fabricación local, con los que reducimos la cantidad de
contaminación que se produciría en su transporte. En el caso del campo laboral
o académico, podemos apostar por el papel reciclado para elaborar nuestros
apuntes o informes, con lo que aprovechamos al máximo el agua que ha sido usada
para crear el papel en un primer lugar. También en nuestros hogares podemos
hacer pequeños cambios con grandes consecuencias positivas a largo plazo, como
superponer las duchas a los baños, y reducir la duración de estas.
Además, a
mayor escala, para reducir la huella hídrica mundial es importante reducir las
grandes diferencias económicas entre los países ricos, los países en desarrollo
y los países subdesarrollados. Esto se debe a que la tecnología que los países
más desarrollados manejan ayuda a reducir la cantidad de agua potable necesaria
para la elaboración de algunos productos, por tanto, es muy importante que
estos medios estén a la disposición de todos los países, ya que eso
significaría una gran reducción de la huella hídrica mundial y del impacto
medioambiental de la mayoría de productos.